Un señor líder. La Laguna Tenerife firmó este sábado noche un extraordinario ejercicio colectivo para superar al potente Unicaja Málaga (95-79), festejar su cuarta alegría consecutiva y aferrarse invicto al liderato de la Liga Endesa (4/0). En otra noche memorable, de esas que hacen afición, con el Santiago Martín lleno, el grupo de Txus Vidorreta impuso su mejor versión ante un rival que no pudo frenar el vendaval canarista.
El criterio de los laguneros para circular el balón, el control de las pérdidas (solo seis), un extraordinario trabajo coral (hasta siete jugadores en dobles dígitos de valoración) para firmar una sólida faena atrás y recrear luego delante los automatismos de un baloncesto de muchos quilates, explican en parte el triunfo de hoy ante un rival, el andaluz, que acusó las bajas de Djedovic, Sule y Tillie, amén de la ausencia por lesión en la segunda mitad de David Kravish.
Con Kendrick Perry totalmente eclipsado y las virtudes de sus compañeros minimizadas, La Laguna Tenerife regaló a su afición una victoria de mucho valor. Una de esas que reconfortan por cuanto suponen la reivindicación de un sello propio, la idiosincrasia de un proyecto totalmente comprometido con la causa, capaz de desarrollar un juego realmente meritorio.
El talento inagotable de Marcelinho Huertas, que hoy rebasaba los 7.000 puntos en ACB, otro partido destacado de los interiores Gio Shermadini y Fran Guerra, la soberbia actuación de Joan Sastre y Thomas Scrubb, los fogonazos de calidad de Jaime Fernández, muy metido también en tareas defensivas, o los intangibles de los Aaron Doornekamp, Bruno Fitipaldo y compañía se aliaron este sábado para interpretar la sinfonía perfecta en clave canarista.
El choque nació con mucho ritmo y con los visitantes anotando en sus tres primeros ataques (5-8), mientras los anfitriones surtían de balones interiores a Gio Shermadini. Con el Unicaja metiendo muchas manos atrás, el Canarias mantenía el pulso circulando el balón con criterio, arañando algún rebote ofensivo y aprovechando los triples para coger las riendas en el marcador: 13-8, tras sendos aciertos desde más allá del arco de Joan Sastre y Aaron Doornekamp.
La segunda unidad insular respondía con puntos y un gran trabajo defensivo, lo que permitía a los de Txus Vidorreta ir ganando en confianza con el paso de los minutos. Por momentos, Thomas Scrubb y James Webb III, con ocho puntos cada uno, asumieron galones en ataque, al tiempo que el encuentro crecía cada vez más físico e intenso.
La Laguna Tenerife aprovechó las continuaciones de Fran Guerra (siete puntos consecutivos) para intentar abrir brecha (31-22); mientras el Unicaja respondía con varias acciones de Olek Balcerowski, insuficiente para contrarrestar el buen hacer de un equipo, el tinerfeño, que exprimió sus virtudes en el extra pass para martillear desde el triple con distintos protagonistas (9/19 al descanso con hasta seis jugadores aportando) e irse al intermedio once arriba (47-36).
Tras el paso por vestuarios, el Canarias forzó aún más la máquina y firmó un 8-0 de entrada (55-36). Reaccionó el Unicaja con otro arreón (55-45), pero no bastó para frenar el ímpetu de los locales, que fueron sumando argumentos a la causa desde distintas facetas. Por momentos, los tinerfeños rozaron la perfección moviendo el balón y desarbolaron a un adversario ya sin respuesta ni energía para equilibrar la balanza.
A partir de ahí, La Laguna Tenerife no hizo más que refrendar una victoria de mucha importancia, al tiempo que su afición, totalmente entregada, disfrutaba de otra noche memorable de baloncesto en un Santiago Martín que vistió sus mejores galas.
-- Pinchar AQUÍ para ver las estadísticas | Fotos de Emilio Cobos (CBC)
Comentarios
Publicar un comentario