La primera victoria de la UD Las Palmas en 2023 se firmó este sábado en Ibiza, con remontada y emociones (1-2). El encuentro tuvo dos fases distintas, yendo de menos a más el conjunto de García Pimienta que logró remontar en la segunda mitad con los goles de Sandro Ramírez y Jonathan Viera. Fue también protagonista del triunfo el portero Alex Domínguez, con algunas intervenciones de notable mérito.
El primer aviso de la UD Ibiza llegó apenas 7 minutos después del inicio del encuentro. Un patinazo de Saúl Coco en zona defensiva, permitió a Bogusz colocarse con el balón frente al portero Álex Domínguez. Chutó con potencia el polaco, pero el guardameta rechazó con su cuerpo el intento dejando el marcador sin movimiento.
Esa jugada era ya reflejo de lo incómodo que iba a ser el partido en la primera parte para los amarillos, que no lograban adueñarse del cuero ni generar posesiones largas o lejanas a su portería.
Tras varias acciones más del equipo local y alguna nueva intervención de Domínguez, se fraguó el 1-0 a los 21 minutos: El meta visitante no logró controlar un balón colgado en su zona de influencia y esa pérdida la aprovechó Bogusz para rematar sin oposición a las redes de su portería.
El 1-0 fue un jarro de agua fría que trataron de equilibrar los jugadores de García Pimienta, aunque entonces con disparos desde fuera del área. Porque las combinaciones canarias no lograban cristalizar en una más cercana posición de remate. Pejiño, Fabio, Viera y Sandro fueron los ejecutores de esas primeras acciones de ataque que no llegaron a fraguar.
El entrenador García Pimienta decidió en el descanso alterar dos piezas y el sistema, con los relevos de Alex Suárez y Loiodice mientras entraban al campo Álvaro Lemos y Marc Cardona.
El aire del partido estaba por cambiar. Fuzato fue el primer protagonista de la segunda parte, al rechazar un potente disparo de Sandro que codiciaba el empate. El meta local tuvo buenos reflejos para desviar el esférico a córner.
Pero en los siguientes minutos dos acontecimientos variaban la situación. De una parte, la expulsión del local Escobar, por doble amarilla, y posteriormente el empate 1-1 con un gran gol de Sandro Ramírez. El grancanario envió un misil cruzado desde la esquina del área, inalcanzable para el portero del equipo ibicenco.
El gol de Sandro dio alas a los amarillos, que buscaron con determinación el segundo tanto. Y así, a los 61 minutos, Jonathan Viera fue el que presionó a un zaguero, robó el balón, profundizó y resolvió la jugada del 1-2 con un disparo suave ante Fuzato. Una hora después, el partido estaba donde Las Palmas quería.
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